Imaginar una vida
Justamente es lo complicado. Meterte en la vida de quien no eres. Para
modificar sus errores y virtudes. Darle un objetivo, una cierta educación o
trabajo. Imaginar como verían a los demás. Creer que son buenos o malos.
Ponernos en su piel. Unirnos con el personaje es justamente el secreto, estar
junto a él. Debemos saber de quién se trata.
Aburrido, afectuoso, ágil, agradable, amable, amargado, ambicioso,
angelical, apasionado, apático, ardiente, atento, atontado, atrevido,
aventurero, avispado, basto, beligerante, brillante, burlón, cascarrabias,
cauto, celoso, cínico, coherente, considerado, consternado, cordial, cortante,
cruel, cuidadoso, curioso, de buen trato, de mal genio, débil, dependiente,
deprimido, exigente, excéntrico, estúpido, hábil, simpático, sincero, tímido,
tonto, torpe, talentoso son sólo adjetivos que definen a las personas, pero
sólo eso. No nos quedemos sólo con ellas, investiguemos a nuestra creación,
adentrémonos en su casa, invitémoslo a tomar unos mates, quizá nos contará algo
curioso de su vida.
Pensemos que es real, que mediante grandes herramientas como el lápiz y
el papel logramos crear vida. Que ese personaje está a nuestro lado.
Y aunque parezca que no, el crear una vida nos hará pensar sobre la
nuestra, sobre quiénes somos y que venimos a hacer, sobre lo que dijimos y
diremos. Sobre lo que queremos y haremos. Sobre lo que nos gusta y lo que no.
Se trata de un intercambio entre el escritor y el personaje. Uno le da la vida
y el otro le pregunta.
Pero… por qué nos dedicamos a seguir creando vidas y ocuparnos más de
las escritas que de la nuestra. Será la locura de ser un escritor, de ser un
guionista o compositor. Seremos grandes sabios, pero nunca descifraremos el por
qué. Será que simplemente es hermoso el poder crear, de cualquier manera, lo
que queramos. Será la simpleza con la cual hacemos lo que queremos. Será la
historia oculta en su novela. Será el misterio de un cuento de hadas. Será la
intriga en un relato de detectives. Serán las palabras que nos ayudaron a
crear. Será la música que inspiró al escritor. Serán las pinturas los
protagonistas de la historia. Será la verdad oculta en un relato policial. Será.
Imaginar:
Formar en la mente la representación de sucesos, historias o imágenes de
cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales, pero no están
presentes. Sin duda es mucho más que estas
simples palabras.
Y… qué pasaría a ser “mucho más que simples palabras”. La respuesta está
en el corazón y no en el cerebro. Pasaría a ser la pasión, las ganas de hacer,
de seguir. Pasaría a ser una explosión de creatividad. Lo más exagerado que se
te pueda ocurrir, eso es imaginar. La imaginación no tiene límites, es sin duda
el infinito. Volar, nadar y correr, todo se puede hacer imaginando. Nuestro
propio planeta, libre de lo que no queramos.
Seamos creadores, porque nunca sabremos si se nos será despojada esta
gran y fabulosa virtud.
Quizá mañana ya no podamos imaginar. ¿Qué sería de la vida sin arte? Sin
ideas.
Me cuesta imaginarlo.
Mi mente da vueltas en círculos cuando no logra hallar la respuesta, me
siento bloqueado ante tal pregunta.
Me encantaría conocer a mi escritor. Quien me dejó pequeños deja vu desparramados en mi mente como
afirmación de su existencia. Espero ir por la misma letra con la cual me
escribió. Seguramente él se preguntó lo mismo al crearme.
Atte. Joaquín
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